Ángel de la Moría, nuestro entrañable poeta del dulce y armonioso bable llanisco, indiano y sacerdote, cuya vida fue un compendio de amor a Llanes,desde México, en 1880, evocaba la fiesta de Santa Ana:
“Esta fiesta es la función de los marineros y tiene lugar el 26 de julio. Existen en ella añejas costumbres. En la función religiosa es donde imperan dichas costumbres.Hay una larga procesión en la cual sacan a San Telmo, San Nicolás y Santa Ana, que son los santos más venerados de ese gremio. Estas imágenes son llevadas por marineros y lo mismo sucede con los pendones y estandartes, algunos de ellos de propiedad exclusiva del Gremio, que no ven la luz más que en ese día. Los marineros, que no se ocupan de estas encomiendas, asisten formados a la procesión y en el mismo orden asisten a la misa solemne y demás funciones religiosas, estándoles prohibido salir a la mar salvo en caso de extrema necesidad.
Hay en esta función ramos de pan, cohetes y repiques de campanas, como en las otras funciones, si bien no con tanta abundancia y suntuosidad.
Próximo al edificio del Gremio de Mareantes, del que forma parte la Capilla de Santa Ana, está el Fuerte, influyendo mucho en la animación de esta romería. En la tarde de aquel día y noches anterior y posterior, a este sitio acude numerosa y lucida concurrencia siendo el citado Paseo, en unión al campo de la Moría, centro de reunión”.
Imagen, “Antiguos Mareantes de Llanes”
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