De izquierda a derecha aparecen en la presente instantánea Dani Bárbara, María Villoria, Guillermo Fernández Buergo, Gloria Pomarada y Marta Palomo. Los cinco tienen en común dedicarse, o haber dedicado muchas horas al periodismo local en la comarca oriental de Asturias. Es decir, a informar de todo aquello de interés que suceda entre los concejos de Piloña y Peñamellera Baja y desde Ribadesella a Ponga. Se mantienen en sus puestos de trabajo por un cariño desmedido a la profesión ya que suelen estar muy mal pagados, muy expuestos y abandonados por los que mandan. Dada la cercanía, son carne de cañón porque políticos, empresarios o lugareños varios tratan de influir, tergiversar, en lo que al día siguiente van a publicar. Ahora bien, las satisfacciones y el gusto por escribir son de superior calibre a los disgustos. Pero raro es el día en que no desayunan un par de sapos.

Vamos por orden. Dani Bárbara es la cara visible de la información local de la TPA, el hombre que entra en todos los hogares, en los salones y cocinas de la comarca y la región. Natural de la localidad llanisca de Villahormes, estudió Periodismo en el Universidad CEU San Pablo de Madrid. La canguesa María Villoria, tres días más joven que mi hijo Guillermo, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, trabajó, y trabaja, en el diario La Nueva España en dos etapas diferentes, fue directora del Hotel Pelayo de Covadonga y emprendió proyectos propios en Salamanca. Gloria Pomarada, piloñesa de Villamayor, publica en el diario El Comercio, de Gijón, y en todos los medios de Vocento. Licenciada en Periodismo por la Complutense, fue mi compañera de trabajo, todavía colaboro con ella y no sigo escribiendo de su valía por temor a quedarme corto a la hora de adjetivar sus méritos personales, laborales y humanos. Marta Palomo, parraguesa de Arriondas, cursó en Asturias estudios de Edición, Realización y Televisión y trabaja como cámara para TPA. Como plus informativo, valora Villoria que es «madre de dos críos preciosos».

Sabemos quiénes son los cinco tipos de la fotografía, conocemos a qué se dedican y ahora voy a tratar de explicar lo que representa tener como profesión el periodismo local. Del periodismo local se dice que es un reflejo de la cultura, la tradición y la manera de vivir de una población concreta. Su principal característica es la cercanía, el individuo al que va destinada la información debe sentirse cerca de los acontecimientos. Es más importante una nimiedad al lado de casa que una catástrofe lejos. Como reza el axioma por excelencia de la información de proximidad, «al lugareño le importa más su dolor de muelas, que la muerte de un millón de chinos». Pero, una tras otra, como fichas de dominó, las delegaciones locales de los grandes medios de comunicación van cerrando por dos razones que afectan hoy a la prensa: El desplome de la publicidad y la caída de la venta de ejemplares impresos. Además, el periodismo local es el mejor antídoto contra la desinformación, las fake news.

Voy a dejarlo aquí por razones varias. Los periodistas tenían hoy como misión cantar alabanzas, excelencias, de una máquina que intenta dragar el puerto de Llanes. Lo van a tener muy jodido y tal vez sea ese uno de los sapos del desayuno de mañana. Saludos cordiales.

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