En un bajo comercial de la plaza Parres Sobrino, instalaron, en los años 30 del siglo pasado, Joaquín y Gabriel Sordo Sordo una zapatería que bautizaron con el nombre de “La Sirena”.
Transcurridos 20 años, compraron dicho local, que hasta entonces habían tenido en alquiler, a su dueño Ramón Obeso Campo.
Los hermanos Sordo eran expertos en el sector del calzado, ya que muy jóvenes habían emigrado a Cuba a trabajar en una zapatería propiedad de unos tíos. Aquel negocio, ubicado en la provincia cubana de Santa Clara, se denominaba “La Moda Elegante”.
Joaquín y Gabriel se mantuvieron al pie del cañón hasta sus fallecimientos, acontecidos en 1988 y 1989.
Les sucedió su hijo y sobrino Guillermo Sordo Fernández, el cual recordaba, en una entrevista que concedió a “El Oriente de Asturias”, como en los años 60 el negocio iba viento en popa, llegando a tener la zapatería hasta cinco empleados, entre ellos Carlos Rodríguez Posada, que trabajó allí hasta su muerte.
Guillermo, que era amigo de todos y colaborador de todo lo llanisco, se casó con Rosa María Pérez Tarno y tuvo dos hijos, Emilia y Guillermo.
En cuanto a la mercancía, “La Sirena” siempre apostó por el calzado nacional.
Guillermo regentó el popular negocio, del que se decía que era una suerte de casinillo, durante 45 años, justamente hasta su jubilación, que le llegó en 2010. Con ese motivo, en el propio local de “La Sirena”, tuvo lugar en noviembre de dicho año una emotiva celebración de despedida y homenaje.
Sordo era del Bando de San Roque hasta la médula, habiendo sido Presidente del mismo y, también, del Centro de Iniciativas Turísticas de Llanes (C.I.T.). Además, ostentaba la Presidencia de la Asociación “El Bordón”, entidad que acoge y protege a los peregrinos.
Falleció el 12 de mayo de 2019, y los sanroquinos sentimos que se nos iba parte de la esencia del Bando.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imágenes, “El Oriente de Asturias” y Valentín Orejas
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