El 17 de noviembre de 1995, “El Oriente de Asturias” se hacia eco de que durante aquellos días se exponía en la Casa Municipal de Cultura el cuadro del Naufragio de la “Tijerina”, cuya restauración había importado la suma de 285.000 pesetas y que se realizó por encargo del Ayuntamiento, a propuesta de la Consejería de Educación y Cultura.
Añadía, que la obra se presentó a los llaniscos en el aula magna del centro cultural y que las restauradoras, Begoña Aristegui y Lola Solana, explicaron el tratamiento aplicado y los pasos que siguieron en el trabajo de recuperación. Entre las autoridades que acudieron al acto se encontraban además del alcalde Manuel E. Miguel Amieva y el concejal de Cultura Antonio Nuñez, la presidente de la Cruz Roja María Rubio y el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores Ángel Batalla.
Dicho cuadro, donado a la Sociedad de Salvamento de Náufragos por el benefactor de la Villa Sinforiano Dosal, había estado colgado en nuestra “Tijerina”, y su carga de dramatismo nos impresionó a varias generaciones de llaniscos.
Se trata de un óleo sobre tela del siglo XIX de grandes dimensiones, 2,80 por 1,80, que representa, en la oscuridad, a un bote salvavidas zarandeado por una olas de altura excepcional, unas con las crestas pulverizadas por el viento y otras rotando sobre sí mismas, y a cinco marineros angustiados, empapados, exhaustos, y a lo lejos un barco hundiéndose.
Aquella restauración de 1995 fue la tercera, ya que a principios del siglo XX, el pintor, especializado en Marinas, y poeta gijonés Juan Martínez Abades, muy amigo del presidente de la Sociedad de Salvamento, hizo una primera reparación del cuadro, a la que siguió una segunda llevada a cabo en 1940 por el prestigioso pintor, unido a Llanes por vínculos familiares, Fernando Briones Carmona.
Reproducción imagen, Valentín Orejas
0 comentarios