El 8 de septiembre lo ha consagrado la iglesia católica a la Natividad de la Virgen, es el día en que se cumplen nueve meses de la Inmaculada Concepción que se festeja el 8 de diciembre.
Muchos santuarios marianos de todo el mundo celebran su fiesta el 8 de septiembre. La mayoría son aquellos que basan su historia en la tradición de que la imagen que se venera ha sido hallada por casualidad por un animal o por un pastor.
Antes de nada, comencemos por aclarar qué es una “Virgen encontrada”.
Con esta denominación nos solemos referir a esculturas o imágenes de la Virgen María que desaparecieron durante algún tiempo y que más tarde, mucho más tarde, fueron halladas. Ocurrió especialmente durante la Edad Media, cuando se escondieron ante el avance de los musulmanes, para protegerlas.
La guerra y la presencia musulmana se alargaron y el paso del tiempo hizo que se olvidara dónde se habían escondido las vírgenes. Por esto, cuando se encontraron de forma fortuita siglos después, esta fue considerada como algo excepcional y casi un milagro.
También ocurrió en el siglo XIX, en este caso para evitar que los franceses napoleónicos se las llevaran como parte del botín de guerra, y de nuevo volvió a haber casos durante la Guerra Civil.
El 18 de agosto de 1937 fue aprobada su designación como Patrona de los navegantes. La advocación a la Virgen María como Stella Maris o Estrella es tan antigua que no puede precisarse su origen. Quienes navegan contemplan las estrellas que antiguamente eran las guías para llegar a puerto seguro.
También se la denomina con el título de “Odigitria”. Este término es la transliteración de la voz griega “odegétria”, relacionada con el verbo “odegéo” (mostrar el camino, llevar, guiar), sustantivo femenino cuya desinencia “tria”, indica profesión (la que muestra el camino, la que conduce, la que lleva, la que guía).
La benedicta Virgen es estrella clamada,
estrella de los mares, guïona deseada,
es de los marineros en las cuitas guardada,
ca cuando éssa veden, es la nave guiada
Poema de Gonzalo de Berceo, el trovador de la Virgen (Siglo XIII)
Nuestra Señora de la Guía.
Según cuenta la leyenda popular de nuestra Villa, la fiesta se inicia cuando una embarcación pesquera que estaba faenando se ve sorprendida por una galerna. La situación en la embarcación se va haciendo más difícil y los marineros se encomiendan a la Virgen para que les dé protección. Una vez pedida la protección divisaron un objeto que flotaba en el mar y decidieron atarlo a la barca, una vez ocurrido esto se les apareció una paloma que les condujo a tierra firme. En tierra firme abrieron la caja, descubriendo la imagen de la Virgen.
La imagen fue depositada en la capilla de San Antón pero la imagen apareció en otro lugar, los marineros volvieron a acercarla a la capilla de San Antón, pero vuelve a desaparecer volviendo al mismo sitio ocurriendo lo mismo en tres ocasiones, el mismo lugar por el que la paloma había desaparecido tras llevar a los marineros a tierra. Tras este suceso, se toma como voluntad de la Virgen el que se erija su ermita en este lugar, conocido desde entonces como campo de La Guía.
El 15 de octubre de 2016, la imagen de la Virgen de Guía, fue Coronada Canónicamente por el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en una ceremonia oficiada en la Basílica de Santa María de Asunción de Llanes, así la Virgen de Guía se convirtió en la cuarta imagen de la Virgen Coronada Canónicamente en el Principado de Asturias.
Las vírgenes encontradas con más cartel en España son:
La “Virgen de Covadonga”, patrona de Asturias, cuyo santuario se sitúa en una cueva en los Picos de Europa.
La “Virgen de la Peña de Francia”, patrona de Castilla y León y de Ciudad Rodrigo (Salamanca), cuya imagen se encuentra en un santuario en la Peña de Francia (1.727 m), en el municipio salmantino de de El Cabaco.
La “Virgen de Guadalupe”, es la tercera, reposa en el maravilloso santuario de Guadalupe (Cáceres) gótico del siglo XIV. La Virgen de Guadalupe también “emigró” a América y tiene su santuario americano en México D.F. Allí es denominada como reina de México y emperatriz de América.
Un abrazo, buena Mar y hasta la vista, amigos
Fernando Suárez Cué
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