Rojos y blancos.
Yo no sé a vosotros queridos amigos, pero a mí siempre me llamó la atención el doble colorido, rojo y blanco que presentan los músculos de los peces, sobre todo los pelágicos.
No vamos a hablar de los “miomeros” (segmentos musculares), rojos o blancos, porque sería muy farragoso, y lo interesante es hacernos una idea de los músculos que los peces tienen para desplazamiento en el medio acuático en el que se desenvuelven
El sistema muscular de un pez, sean óseos o cartilaginosos se divide en dos tipos de músculos, los músculos “lisos”, que serían aquellos que conforman y recubren las vías respiratorias, las vías circulatorias y el tubo digestivo, y músculos “estriados parietales”, que serían todos aquellos músculos que conforman el aparato locomotor del pez y que son de los que hablaremos en este artículo.
Todos sabéis que el “Atún rojo del Atlántico” o “Atún de aleta azul”, conocido en Asturias como “cimarrón”, es un túnido perteneciente al grupo de los escómbridos, una especie pelágica migratoria que se desplaza a lo largo de enormes distancias en busca de alimento. Son los peces mejor dotados para la natación.
Pues bien, esto se debe a su interna musculatura roja, el “sangacho” (músculo rojo profundo), que se dispone a lo largo del pez, a ambos lados de la columna vertebral, que les permite, cuando viajan, nadar grandes distancias sin descanso, con un andar de entre 3 a 7 km/h., pero que pueden alcanzar una velocidad de crucero de 70 km/h cuando van de caza,
Estos músculos rojos, están altamente vascularizados, con metabolismo aeróbico, de contracción lenta, pero que les permite nadar con cierta rapidez durante largo tiempo, por lo que necesitan una gran cantidad de sangre se mueva a través de las fibras musculares.
Esta sangre transporta “mioglobina” (pequeña proteína capaz de transportar oxígeno), lo que permite que el pez pueda mover gran cantidad de oxígeno, el cual a su vez nutre a los músculos para que puedan trabajar prolongadamente sin agotarse, siendo un verdadero depósito celular de oxígeno para cuando se necesita.
Lo cierto es que la musculatura de los atunes alcanza prestaciones metabólicas difícilmente superables, desarrollando un suministro permanente e intenso de nutrientes y, sobre todo, de oxígeno.
Entre estas especies de peces tenemos, la albacora, atún rojo, atún claro, el cimarrón, la xarda o el chicharro, entre otros muchos
Por el contrario, los músculos blancos, de metabolismo anaeróbico, menos vascularizados, son de contracción rápida, pero no por mucho tiempo, y son característicos de los peces (por ejemplo, los de roca o de arena), se contraen y flexionan cuando el pez realiza movimientos bruscos y rápidos. Los peces que poseen mayormente músculos blancos son aquellos que se mueven lentamente, realizando movimientos rápidos y cortos solamente en aquellos casos que lo necesitan como por ejemplo para huir de sus presas.
Estos músculos disponen de escaso riego sanguíneo y con ello de oxígeno, por lo que se fatigan rápidamente después de realizar un esfuerzo.
Entre estas especies de peces tenemos el mero, la dorada, el escorpión, el salmonete, el durdo o el rodaballo, entre muchos otros
El que una especie de pez posea prioritariamente una u otra clase de músculos, viene definida por el tipo de actividad que desarrolla y el hábitat donde se encuentra, pero en el caso de los bonitos y congéneres, los músculos rojos son sobre potenciados por los músculos blancos para lograr así un rápido, seguro y letal ataque. Consiguen alcanzar una velocidad de 59 nudos (110 km/h).
Buena Mar y hasta la vista amigos.
Fernando Suárez Cué
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