Después de tres días de paro, los representantes del sector pesquero decidieron dar un voto de confianza al ministro de Agricultura y Pesca hasta el Consejo de Ministros del día 29, bajo la promesa de que en el mismo se tomarán medidas que aliviarán los altos costes que afrontan a consecuencia del desorbitante precio de los carburantes. Las propuestas de Luis Planas fueron genéricas, como también han sido sin detallar las medidas de apoyo en la UE, que se limitaron a respaldar la posibilidad de activar el artículo 26 del FEMPA, sin concretar cantidades ni plazos.
La vuelta a faenar, tras ese margen al ministro, viene siendo irregular.
Así, la flota andaluza permanece amarrada, pues no les es rentable salir a pescar con el gasóleo a ese precio.
En Galicia, donde tienen base la mitad de los pesqueros que operan en España, han soltado amarras, a no ser los barcos de cerco, que por la huelga del transporte no tienen garantizada la distribución.
Asimismo, los asturianos han vuelto a la mar, aunque como todos “a pérdidas”. Tenemos que recordar que la mayoría de estos barcos pesqueros son de pesca a pequeña escala, donde los dueños son también tripulantes.
Asimismo, el ministro español les ha anunciado una reforma legal para acelerar la tramitación del fondo de ayudas europeas para situaciones extraordinarias. También, dice que está dispuesto a estudiar la exoneración de cotizaciones a la Seguridad Social y bonificaciones de tasas portuarias.
En definitiva, un voto de confianza que acredita “el espíritu constructivo” del sector.
Esperamos, con los dedos cruzados, que el día 29 el Gobierno no anuncie medidas insuficientes y difusas, sino contundentes y urgentes.
En otro caso, se volverán a amarrar los barcos y se vaciarán los mercados de pescado fresco.
Imagen, Valentín Orejas
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