NUESTRO REFRANERO

por

  

TERTULIAS EN LA CASA DEL MAR

-Paco: Buenos días, Nando.

-Fernandin: Buenos días, hombre. Vaya hoy llegaste el primero.

-Ramón: La verdad es que como no tenía ni pizca sueño, me levanté tempranin, y fui a dar una vueltina por la Villa, que la verdad es que esta hora es un paseo impagable. Da gusto, aunque tienes que abrigarte bien, porque “fai un cutu” …

-F: Bueno, ya sabes: “Refranes que no sean verdaderos y febreros que no sean locos, pocos”.

-Tiquiano: Buenos días. Voy a pedir un “caldin de pescau”, porque hoy está apretando, y traigo “la mixuela” congeladina la probe.

-R: ¿Qué pasó?… ¿Vamos hoy refranes?, porque yo sé un montón.

-Cote: A ver, di alguno para empezar.

-R: “A caballo regalado, no le mires el dentado”.

-F: Ese no vale.

-R: ¡Vale concho! Porque tú lo digas

-F: No es eso, es que solo nos vamos a ceñir a los refranes dedicados a la Mar, pues si no, es que no acabaremos nunca, ya que la increíble la sabiduría que encierra el “Refranero Español” es extensísima, por eso y tal como os digo, nos tenemos que centrar. Yo he ido recopilando una serie de ellos, de los muchos de los refranes que utilizaban mi madre Teresina y mis tías “Guichu” (tía Mª Luisa) y “Rora” (tía Aurora).

-C: Esos si valen, pues “acordavos” que la gente hablaba basándose mucho en los refranes.

-F: Ya lo creo que me acuerdo, pues en el Llanes de mi niñez y juventud, en el pasado siglo (¡Concho que vieyu eres Fernandín!), la gente era muy refranera, sentenciaba una conversación con un refrán, por lo cual, queridos amigos, ahí van los últimos que he recopilado.

Pensadlos un poquitín y veréis lo acertados que son en sus definiciones.

-P: Pues yo me acuerdo de unos que decían:
– A barco nuevo, capitán viejo.
– A buen viento, mucha vela pero poca tela.
– A golpe de mar, pecho sereno.
– A la mujer y al viento, pocas veces y con tiento.
– Agua a la entrada de la Luna, o mucha o ninguna.
 Alba roja, vela moja.
– Amarga más pelo de mujer que calabrote de navío.
– Con ballestrinque y cote no se zafa ningún bote.

-C: Unos que me gustaban rezaban así:
– De la carta al timón, al revés la corrección.
– De remeros novatos, boga ranchera.
– Deberás fondear pensando que has de levar
– Después de perdido el barco … ¡Todos pilotos!.
– El patrón verdadero embarca el primero y desembarca el postrero.
– El mandar no admite par.
– El que ha naufragado, aun teme al mar calmado.
– El que veló, sondeó y desconfió, jamás de perdió.

-F: ¿Habíais oído estos?
– El sueño del piloto, si cierra un ojo abre el otro.
– El tiempo y la marea ni se paran ni esperan.
– El viejo que tiene mujer moza, ojo al timón y mano a la escota.
– En cada costera mucho se espera.
– En calma de la mar no creas, por serena que la veas.
– En el acto de varar, no te pases y manda la máquina parar.
– En lo que claramente veo, no brujuleo.
– En noche cerrada, vale más vela aferrada.
– Espera que llene la mar para entrar en la canal.
– Con buen tiempo no faltan pilotos.

-T: Escuchar estos, para que vayáis aprendiendo:
– Mas vale palmo de vela que remo de galera.
– Fuego Fatuo y Sur soplado, va el tiempo empeorando.
– Hacer de un pelo un calabrote.
– Horizonte claro con cielo nublado, buen tiempo declarado.
– La gaviota, cuanto más vieja más loca.
– Luna cercada, de lluvias cargada.
– A la mar y a la mujer de lejos se han de ver.
– Hay tres clases de persona, las que viven, las que mueran y las que están en la Mar.
– Lo que sea de la mar, todo es azar.
– Luna al salir, colorada, pronto ventada.
– Luna en creciente, cuernos a Oriente.

-F: La mayoría encerraban grandes verdades y consejos, como estos que ahora recuerdo
– Mal hijo y buen marinero, mueren lejos.
– Mar rizada contra ola, al contraste el viento rola.
– Mejor navega el tiene buen viento, que quien rema con mucho aliento.
– No tires remos viejos, hasta tener dispuestos los nuevos.
– Mas vale vapor en calderas que alas rastreras.
– Mujer, viento y fortuna, pronto se muda.
– No está en manos del piloto que deje el viento su soplo.
– No existe hombre de mar que no se pueda ahogar.
– No sabe nadar el arpeo y siempre va por el agua.
– No salgas de puerto, si las nubes no corren con el viento.

Por último, uno de los que más me gustan, y que encuentro muy acertado.

-P: ¿Cuál es?

-F. A piloto diestro, no hay Mar siniestro.

-C: Una verdad más grande que Peña Quimera

-T: En fin, Ramonín, hazte cargo de todo este negocio y déjalo “pagu”.

-R: Si home… ¡Ya te oyí! Aquí vamos a escote, o tomáis el café en casa. No te amuela.

-C: Venga dejarlo ya, y vámonos a dar una vuelta hasta la Barra, a ver de qué humor tenemos hay a la señora.

Un abrazo, buena Mar y hasta la vista amigos.

Fernando Suárez Cué

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