A través de los siglos hay multitud de grandes y pequeñas historias que acreditan su fortaleza y resistencia ante las injusticias.
Entre ellas, traemos una que ocurrió el 6 de marzo del año 1913. En la marea de ese día la vapora “Concepción” entró con unas 40 arrobas de bocarte, que pagaban los fabricantes a 7,50 pesetas sobre el muelle, indicando que no fueran a la Rula porque no les iban a pagar más. Pero los marineros, en su natural afán de sacar más fruto de su duro y peligroso trabajo, fueron a la subasta y vendieron cuatro arrobas, a mejor precio, a las mujeres que se dedicaban a la reventa.
Esto contrario a los salazoneros y entonces de las 7,50 pesetas que habían ofrecido en el muelle, bajaron a 7 pesetas. Los pescadores no se conformaron con esto, que consideraron un castigo por su falta de docilidad, y a pesar de estar sin descansar se hicieron a la mar con la pesca a la búsqueda de otro puerto para vender el bocarte.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, ¡Puerto, Puerto, Puerto!
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