En el mes de junio, muchos barcos de pesca artesanal se transforman instalando en sus costados largas perchas en cuyos extremos se coloca cebo artificial, generalmente señuelos de pesca de colores llamativos y brillantes. Y una vez que los bonitos pican, se izan a mano uno a uno.
Este método de pesca a la cacea o curricán, utilizado desde hace siglos primordialmente por los pescadores asturianos y gallegos, supone capturar el bonito del norte con pocos más medios que la fuerza y destreza de los pescadores y sus embarcaciones
Imagen Valentín Orejas
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