El día 1 de septiembre, el próximo martes, se falla el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2020 y al galardón opta la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes. Conozco a llaniscos, son amigos, que llevan meses dejándose la piel para que el reconocimiento recaiga en un gremio, en una institución local, ocho veces centenaria. Al premio concurren otras 24 candidaturas, los jurados tienen sus ‘manías’ y nadie sospecha por dónde aparecerá el ratón.
Aunque de joven nadaba bastante bien, con la ayuda de unas aletas de color verde, confieso que sé muy poco de la pesca, de la mar y, además, nunca me subí a una lancha, ni siquiera para participar en la procesiones marítimas de cada 26 de julio. No obstante, desde siempre fui consciente del duro trabajo de los marineros llaniscos que operaban en la villa, en Niembro o en las playas de Cuevas del Mar y San Antonio, próximas al pueblo de Nueva. Eso sí, lo que mejor percibo de ese oficio es el olor.
Habrá candidaturas al Premio Pueblo Ejemplar de Asturias que se presenten a decenas de ediciones y ni siquiera serán consideradas merecedoras de llegar al final del proceso. Por esa razón resulta sugestivo saber, detallar, que ofrecemos desde Llanes.
Como aportes literarios para convencer a los miembros del jurado, la Cofradía editó tres sencillos libros titulados «Un cuento de mar para una princesa», «Ejemplaridad» y «Recortes de prensa». Por si esto fuera poca cosa, que ya es bastante (lo digo yo), acompañan para cada jurado un ejemplar de la magna obra titulada «Antiguos mareantes de Llanes», escrita por Antonio Celorio Méndez-Trelles, presentado el 28 de julio de 2018.
El cuento de mar para una princesa empieza así: «Hace mucho tiempo, cuando los animales aún hablaban, se formó un Principado de color verde indescriptible que atesora una festoneada costa de cientos de kilómetros, por lo que la mar representa una parte muy importante de su territorio. Esa mar carece de casas, puentes, hórreos, folclore, caminos, tierras de cultivo y pastoreo, únicamente un Grupo Humano de hombres afanado en labores náuticas y de mujeres que participan en tierra: como rederas, vendedoras ambulantes de pescados, operarias de las fábricas de conserva, o en espera de incierto retorno».
Esos marineros, pescadores llaniscos, cuentan con una antigüedad de ocho siglos. Hacia 1350 se formó la Cofradía de Honrados Mareantes de San Nicolás, que disponía de Ordenanzas confirmadas por los Reyes Católicos en 1480. El puerto, que no era una joya, cumplía tres funciones: pesca, transporte marítimo y elaboración de escabeches y conservas. Los barcos de Llanes llegaron a puertos y aguas francesas, inglesas e irlandesas y al sur de España. Pescaron ballenas y beneficiaron su carne. Desde ahí hasta la actualidad. En 2019, por la Cofradía Santa Ana de Llanes pasaron 778.680 kilos de pescado con una repercusión de 2.833.555 euros de ingresos.
Más allá de los resultados económicos y de la creación de miles de puestos de trabajo, detecto seis apartados a destacar en la aportación de los marineros al municipio: 1).- Mantuvieron tradiciones festivas y religiosas, pagando y promoviendo festividades, así como levantando y conservando su capilla y celebrando tradicionales procesiones por tierra y por mar. 2).- Atendieron labores asistenciales, velando por viudas, ancianos, enfermos, huérfanos y náufragos. 3).- Faenaron en tierras muy lejanas, como en la ‘remota’ Irlanda, y participaron en la Real Armada. 4).- Favorecieron la construcción y reparación de muelles y un puerto seguro. 5).- Fomentaron actividades culturales. 6).- Actuaron con solidaridad y generosidad en situaciones de crisis y catástrofes.
En lo que va de año 2020, horrible por cierto, la Cofradía de Pescadores Santa Ana no se mantuvo al margen:
1).- Repartió xarda gratis entre familias necesitadas bajo el eslogan «No nos cuesta nada y podemos hacer mucho bien». (La Cofradía regaló el pescado; de la limpieza y preparación de lotes se encargó Pescadería Gabi, y el hotel ‘El Balcón de la Cuesta’ cocinó menús de forma gratuita).
2).- Tuvieron que sufrir, y soportar, los pescadores llaniscos la muerte de un compañero, José Manuel Guitiérrez Meré ‘El Belga’, víctima del coronavirus.
3).- La Cofradía optó, y va en cabeza, al programa ‘Paisaje limpio’ con el proyecto «Playa de San Antolín».
4).- Firmó la Cofradía el proyecto «Mares circulares», promovido por la Asociación de Vertidos Cero y patrocinado por Coca Cola (El objetivo es retirar los residuos del mar por parte de los marineros durante sus labores de pesca).
5).- En junio de 2020, la Cofradía realizó donaciones de una parte de las capturas a la residencia de ancianos Faustino Sobrino.
Bueno, ya estoy cansado de apuntar los méritos que atesora la Cofradía de Pescadores Santa Ana de Llanes para optar al Premio Pueblo Ejemplar de Asturias. Solo queda que el jurado dispare al centro de nuestra diana.
Las fotografías que acompañan la glosa de nuestro medio marino son obra de Valentín Orejas.
Saludos cordiales y que los cohetes rasguen la bóveda celeste llanisca en la tarde del martes 1 de septiembre.