Reinando Isabel II y siendo Ministro de la Gobernación Jóse Posada Herrera, en sesión extraordinaria de 24 de agosto de 1860, presidida por el Gobernador Civil, se acordó que el edificio que había de construirse para la Sala Capitular se alzara en la huerta llamada de la Torre, propiedad de don Miguel Verterra, Marqués de Gastañaga, sita en la carretera del Convento, abonándole 7.500 pesetas de indemnización.
Las obras, que se adjudicaron por remate a José Garro, no estuvieron exentas de problemas, ya que hubo un pleito con Rafael María de Labra, en cuanto al muro que cerraba el terreno por el Oeste, el cual ganó el Ayuntamiento. Y, asimismo, aunque fueron las obras recepcionadas provisionalmente en 1862, la recepción definitiva no tuvo lugar hasta enero de 1868.
Fuente, “El Oriente de Asturias”
Imagen, Valentín Orejas
0 comentarios