Contaba “El Oriente de Asturias”, que antes de que se construyera el tendedero al lado del faro, se secaban, cosían y reparaban las redes en diferentes lugares. Así, en aquellos tendederos improvisados, como el de al lado de la playa del Sablón, donde estuvo ubicado el antiguo cementerio de “Los Estacones”, el Fuerte, Puerto Chico e incluso en las galerías de las casas, las primorosas manos de Teresa la Coja, Marina la Patiña, María Conde, Antona la Chula, Rita García, Lola Fuentecilla, Fifí la Cubana, su hermana Águeda y tantas otras, reparaban los destrozos de los aparejos.
En sillas muy bajas o en el suelo, pasaban horas y horas en esos menesteres, y de vez en cuando Antona, que tenía una voz maravillosa, tatareaba alguna canción marinera, uniéndose las otras rederas, haciendo que las personas, que transitaban por aquellos lugares, se detuvieran a escuchar.
Imagen, archivo Fernando Suárez Cue
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