María Álvarez Fernández, licenciada en Historia, en un conferencia que tuvo lugar en el año 2006, manifestó:
“La villa llanisca poseía una línea amurallada cuadrangular, de aproximadamente 800 metros, de los cuales 300, pertenecientes al paño norte, se encuentran en excelente estado, lo que constituye un caso único en nuestra región.
Erigida en el siglo XIII, la muralla tenía una anchura media de un metro y medio, y contaba con varias puertas de entrada: la de Villa; la de San Nicolás, cuyas llaves guardaba el poderoso Gremio de Mareantes; la puerta del Llegar o de los Remedios, y la situada junto al Torreón, también del siglo XIII”.
Imagen, Valentín Orejas
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