Hubo un tiempo, antes de que la procesión de San Roque entrara en la Plaza Mayor e incluso a que adoptará el distintivo de las siemprevivas, que el bando de San Roque celebraba la Salea, siendo la última la que se llevó a cabo en el año 1871.
Así, recoge “El Oriente de Asturias” que fue incomparable y muy bella, y terminó con un refresco en la Plazuela del Santo, convertida en hermoso jardín, brindando uno de sus capitanes, don Benigno Fernández Pola:
Por el mar y por tierra
San Roque siempre da guerra
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