Ya hemos escrito que casi escondida en el corazón del Casco Histórico y enclavada en una de las edificaciones más emblemáticas de la villa, el Palacio de San Nicolás, se encuentra la Capilla del Carmen.
En esta ocasión, queremos mencionar que en ese coqueto oratorio del siglo XVII, erigido por don Francisco Rivero con ocasión de la boda de su única hija, alberga en su interior, además de dos retablos, dos tallas, una dedicada a Santa Ana, patrona de los marineros de Llanes, y otra a San Joaquín.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, “El Oriente de Asturias”
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