BUCEANDO EN “ORIENTE DE ASTURIAS”
“El día 13 de noviembre del año 1882, “El Oriente de Asturias” en un enérgico editorial rompe la primera lanza reclamando la construcción del puerto de Llanes. Después de transcurridos catorce años la villa recibe con aire de fiesta la noticia de su inclusión en un plan de obras para aquel año. Subastadas éstas, el día 1 de febrero de 1886 son adjudicadas a Bonifacio Pérez, en la cantidad de 462.999 pesetas. La fuerte marejada de aquellos días de diciembre de 1887 destruyó una gran parte del muro, levantado en la parte norte de El Caballo con el fin de facilitar la cimentación del muelles a la Osa. Esto confirmó que el muro no tenía la suficiente solidez, teoría que fue contrastada por las críticas de los marineros y personas entendidas en la materia, quienes vaticinaron que la obra solamente duraría el tiempo que tardara la mar en mostrarse irritada. A mediados de junio del año 1900, se coloca el primer bloque de las obras que ya se consideraban definitivas, pero la mar, siempre la mar, destrozó una parte del muelle construido en la Punta del Caballo, quedando diseminados los cascotes impidiendo la entrada y salida de la flota pesquera. Nuevamente Llanes se lanza al ataque presentando un nuevo proyecto que fue rechazado por la sección de puertos del Consejo de Obras Públicas, que lo devuelve al gabinete técnico para ser reelaborado, causando la natural decepción en nuestra villa. En el año treinta y tantos, un nuevo proyecto vio la luz y a los ojos de los llaniscos parece que sería el definitivo, puesto que el importe total de la obra quedó fijado entre 35 y 52 millones de pesetas, cantidad ésta que se creyó suficiente para conseguir, de una vez por todas, el anhelado puerto. Monolitos de hormigón, grandes tolvas repletas de cemento y grava, dentro de una estructura montada a base de troncos de árboles, hizo concebir fundadas esperanzas de que éste sería, en definitiva, el último intento. Pero desgraciadamente no fue así. Colocado el primer monolito y cuando se procedía a su llenado con un mar en calma, se desata un temporal que hace mella en sus paredes siendo destrozado en su totalidad. Todas las esperanzas se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos y nuevamente a esperar, esperar … Por fin en el año 1996, Llanes vio culminada una aspiración que tardó ciento catorce años en realizarse”.
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