“Excelentemente reparadas las averías sufridas por la “Dolores” poco tiempo ha, se hizo a la mar, con buen tiempo, el día 14 de marzo, pero pronto cambió el estado del Cantábrico, obligando a los marineros que tripulaban la hermosa nave a volver a puerto, a cuya entrada se hallaba gran número de personas que temían por la suerte de la vapora que, aprovechando un momento de calma, salvó el peligro sin novedad; pero en el momento de mayor apuro estaban en la punta más saliente del puerto varias personas que fueron envueltas por imponente ola. Desgarradores gritos se oyeron entonces por todas parte, pero la calma renació en los espíritus cuando aquellas gentes se salvaron del inmenso riesgo corrió, no sufriendo otras consecuencias que un gran susto, un baño forzoso y una ligeras magulladuras que se nos dice no ser de gran importancia.”
Maiche Perela Beaumont
Imagen, Valentín Orejas
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