Tomás Buergo Pesquera nace en Nueva de Llanes en 1872 y emigra a Cuba a la edad de quince años. Trabaja para el nuevense Andrés del Río Pérez en negocios relacionados con la construcción, especialmente maderas y cerámica. Se independiza hacia 1895 y crea con su primo Adolfo Alonso Pesquera la empresa Buergo Alonso y Compañía, ubicada en Calzada de Infanta y dedicada a la importación y exportación de madera, así como a la venta de vigas de hierro, madera y cemento. Tomás y Adolfo son socios capitalistas y como industriales figuran los llaniscos Ramón González Fernández (que será su yerno), Máximo González Carriles, Lucio Carriles y los hermanos Ángel y Tomás Buergo Díaz. El negocio prospera de forma exponencial con la llegada de capital americano tras la Independencia de Cuba y los inicios de la I Guerra Mundial. Tomás y Ramón González diversifican la actividad empresarial hacia tres negocios estratégicos: Compra y venta de terrenos, construcción de vivienda barata para alquiler y préstamos hipotecarios.
Tomás se hizo socio del Centro Asturiano nada más llegar a la isla y en 1911 recibió el Diploma a la Constancia. Presidió la Unión Llanisca, el antecedente de la asociación Hijos del Partido Judicial de Llanes, rama del Centro Asturiano que funcionó entre 1908 y 1918. El regreso triunfal de Tomás a España, y concretamente a Nueva, se produjo en 1917. Vino acompañado por una hija natural, Rosario, de 17 años, y eligió como futura esposa a su sobrina María Josefa, también de 17 años. Dejó a las dos internas en el colegio de Las Mantillas, en la villa, y regresó de nuevo para casarse en la capilla del Carmen, en marzo de 1920. Del matrimonio entre Tomás y María Josefa nacieron seis hijos: Tomás, Blanca, María Josefa, Carmen, Anita y Manolo.
La casa familiar de Tomás ya estaba construida con antelación a la boda. Encaja en el concepto de casa de indiano, es decir las “viviendas levantadas por emigrantes retornados con capital venido de América”. La casa del emigrante que retorna rico es la obra que representa al indiano, una vivienda como instrumento para pregonar el triunfo económico de su propietario. Como la fortuna del indiano es infinitamente superior que al marchar, la vivienda tiene que ser grande, llamativa, especial y diferente.
La casa en Nueva de Tomás Buergo, conocido como don Tomás, ubicada en el llamado barrio del Hospital, es una vivienda compacta, con pasillo y escalera lateral; con galería, zaguán y cubierta a cuatro aguas; de estilo tradicional y forma cuadrada y con una superficie útil de 379,5 metros cuadrados en tres plantas. Fue construida por Tomás González, maestro de obras natural de Nueva, perteneciente a la familia de Los Verdes, una saga de hermanos que trabajaban en comunidad. En la planta baja están operativos un despacho, la sala de recibir, la cocina y un amplio comedor. En la primera planta había cinco habitaciones, baño y galería. En la segunda se ubicaban las dependencias para la servidumbre, la despensa y un amplio lugar en el que se encontraba un depósito con capacidad para miles de litros de agua pluviales. En el exterior había un gallinero, un cubil para dos cerdos y un edificio auxiliar para el sanmartín, con un llar a la antigua usanza.
Esa casa acoge en la actualidad el Hotel Casa de Indianos don Tomás, regentado por sus nietos José Miguel y Ana Gutiérrez Buergo.
Fotos: Archivo familiar y Valentín Orejas