Durante toda la campaña de 2011 se vendieron en la lonja llanisca 4.658 kilos de esta especie

GUILLERMO F. BUERGOLLANES. Martes, 17 enero 2012, 03:37

La rula de Llanes recibía ayer con los brazos abiertos la llegada de casi una tonelada de golondro, una variedad de pescado de la que ya se llevan subastados más de 10.000 kilos en los últimos siete días. Al patrón mayor, Ángel Batalla, la presencia de estos peces le parece «lo nunca visto» y sitúa la abundancia en «una sorpresiva concentración de esta especie» frente a las costas de Llanes. Y tan sorpresiva que debe resultar porque durante toda la campaña del año 2011 apenas se vendieron en la lonja llanisca 4.658 kilos.

Hace una semana el kilo de golondro cotizaba a nueve euros y ayer se detenían las ventas en seis euros. Casi todo el género fue adquirido por pescados Gerardo, un mayorista avilesino que en menos de 24 horas habrá colocado y distribuido la mercancía en Grecia, Italia y las comunidades de Cataluña, Valencia y Andalucía, lugares en los que el golondro cuenta con una clientela fiel. La empresa riosellana pescados Gutiérrez se anticipó a la avalancha que suponía la presencia de pescados Gerardo y paraba la venta para 40 kilos a un precio de 6,30 euros.

Desde hace varios días cuatro embarcaciones llaniscas: El Reviru, el Nuevo Sandra María, el Alfonso V y el Vendaval están llevando a cabo exitosas jornadas de pesca en la captura de golondro. Y para ello tienen que alejarse de la costa apenas ocho millas, en aguas de entre 50 y 70 brazas de profundidad y experimentando con un arte conocido como miños. Los patrones de estos barcos insisten en que no encuentran explicación al fenómeno porque «es algo que nunca antes había ocurrido». Y como buenos guardianes del sustento propio advertían de que ayer ya habían tenido competencia en la zona de pesca «con la llegada de barcos que tienen su base en el puerto de San Vicente de la Barquera».

Otras especies

Las lanchas llaniscas habían salido a la mar en la tarde del domingo. Largaron los aparejos, regresaron a puerto y ayer se encaminaron a levantar las artes a partir de las seis de la mañana. Aunque la especie mayoritaria fue el golondro, no faltó en las redes rape, merluza, pescadilla, lubina, lenguado, congrio, abadejo y xáragu. Los aparejos volvieron a quedar en la mar y para hoy se espera con expectación una nueva marea de golondro, aunque los marineros sostienen que las capturas van a ir «disminuyendo paulatinamente». Eso sí, tampoco olvidan que «si no fuera por esta inesperada costera las ventas irían muy a la baja». Entre las capturas de ayer la mejor cotización fue para la lubina, a 17,60 euros, y el lenguado, a 17,50. El rape se vendió entre 4 y 8 euros, en atención a su tamaño; el xáragu, a 9,30, y la pescadilla, entre 2,40 y 3,50.

La del pasado viernes, 13 de enero, fue una jornada histórica para la pesca del golondro en aguas de Llanes. A la sala de subastas de la rula llegaron 3.300 kilos de la especie: 1.335 kilos traía en sus bodegas El Reviru y otros 1.157 kilos desembarcó el Nuevo Sandra María, mientras que los 808 kilos restantes correspondían a otras embarcaciones. Frente a ese tonelaje, Ángel Batalla recordaba ayer que «un buen día de pesca de golondros en el pasado apenas significaba la captura de 100 kilos».

Para Batalla, Llanes «es un lugar con muy poca demanda para absorver ni la décima parte del golondro que llega». Y ello por ser una especie que no goza de excesivo fervor entre los lugareños. Pero el patrón mayor de la Cofradía Santa Ana se deshacía en elogios para ponderar la blanca carne del golondro, también conocido con el sobrenombre de ‘cornudo’: «Es un pescado extraordinario que se puede cocinar al horno, frito, cocido, en salsa verde y sobre todo, en marmita», matizaba Batalla, mientras sostenía que «es un regalo que nos hace la mar y no vamos a dudar en aprovecharlo».

La expectación en la rula está siendo estos días superior a la habitual cuando llega la hora de venta. Decenas de curiosos acuden puntuales a las cuatro de la tarde y lo primero que observan es cómo se van seleccionando los golondros en cajas porque los peces de menos de un kilo alcanzan una cotización sensiblemente inferior.Autor: Guillermo F. Buertor:

Guillermo F. Buergo

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