LUBINA
Dicentrarchus labrax
De cuerpo alargado y fusiforme, presenta tonos plateados, pareciéndose, a simple vista, a un muil, pero su boca grande, propia de un pez devorador, le diferencia claramente.
Con la pleamar se acerca mucho a la costa y llega a penetrar en los ríos.
Normalmente andan en parejas, y está comprobado que cuando se pesca una, el compañero pasa días enteros buscándola antes de alejarse.
Muy cotizada y de justa fama, hasta el punto de que ya los romanos la consideraban uno de los pescados más nobles.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, Valentín Orejas