La Villa de Llanes, además de artillería disuasoria y fortificaciones portuarias, siempre tuvo una buena defensa por mar siendo su mayor bastión la ría, de angosta arribada o trampa a la salida sin calado, que imposibilitaba cualquier desembarco de piratas, corsarios o enemiga infantería de Marina.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, lámina de “Antiguos Mareantes de Llanes”