El joven José Carús observó dicho accidente, por lo que se arrojó al agua vestido, y después de salvar nadando la distancia que le separaba de la víctima, buceó en su busca. En un primer intento no logró su propósito, pero se sumergió de nuevo y halló a la pequeña Joaquina, y cogiéndola por el vestido la sacó a flote, llevándola a tierra, donde, tras los auxilios necesarios, se la volvió a la vida.
Como no podía ser de otra manera, consideró la Sociedad de Salvamentos de Náufragos que sin la valentía del joven la niña indudablemente hubiera perecido, por lo que se le premió con la medalla de plata y 20 pesetas en metálico, que le fueron entregadas en solemne acto.
Fuente: Expediente de la Sociedad de Salvamento de Náufragos.
Maiche Perela Beaumont
Imagen, Valentín Orejas
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