Herramienta diseñada con dos mangos, que recuerda a las de una guadaña de segar, con la que nada tiene en común, dichos mangos se cogían con ambas manos, el delantero servía para imprimir el movimiento de vaivén, mientras que el trasero era apropiado para impulsar la herramienta, haciendo que ésta se introdujera por el extremo en punta atravesando la carne del costado del cetáceo y mediante un movimiento de sierra: de atrás / adelante y de arriba abajo se iba despiezando, poco a poco y de forma muy eficiente, la gran pieza.
Una valiosa pieza etnológica de las pesquerías
Curiosidad:
Los huesos de ballena fueron usados para la construcción de casas, botones, piezas de ajedrez, collares.
Barbas, que servían para fabricar sillas, armaduras de corsés, varillas de abanicos, paraguas, sombrillas..
Durante siglos, los cetáceos fueron para la Villa una importante fuente de beneficios económicos
Fotos: Valentín Orejas
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