Los más peligrosos de todos estos peces dotados de espinas venenosas son, sin lugar a dudas, los escorpiones, frecuentes a todo lo largo de la costa asturiana
Viven enterrados en la arena, a poca profundidad, inquietos y agresivos, al menor contacto posible, no dudan en atacar.
Por ello es recomendable, en las zonas donde abundan, que los bañistas, en especial los niños, lleven calzado de goma.
El dolor que sigue a la picadura es excesivamente violento, se irradia a todo el organismo y la víctima puede llegar a perder el conocimiento.
Fuente: “Peces Marinos de Asturias”
Maiche Perela Beaumont
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